1000 cuentos que nunca te conte...: noviembre 2012

domingo, 18 de noviembre de 2012

EL MONSTRUO QUE DESTAPABA POR LA NOCHE

Con ilustración de Rafa Mir

Esta es la historia de un niño que se llamaba Miguelito Panychocolate que tenía un miedo terrible a dormir con la luz apagada. ¿Por que? Os estareís preguntando...
Pues bien, Miguelito tenía la terrible sospecha que debajo de su cama habitaba un monstruo que se dedicaba a destaparle por la noche, y claro... Cada dos por tres tenía que estar llendo al medico pues se había resfriado.

-¡Pero mama te juro que yo no soy! Le decia a su madre rabiando.
-No se que voy a hacer contigo, Miguelito - Le regañaba esta.

Y todas las noches la misma historia. Miguelito con miedo a quedarse a oscuras y su madre regañandole por tener la luz encendida... Pero un día, su abuela Agustina, muy sabia ella, le dio un consejo...

Mira Miguelito, yo se como hacer para que el monstruo no te destape por la noche.
¿Ah si? - Pregunto este
Si - Respondio Agustina muy segura - Veras, solo tienes que realizar un guisado mágico y ya veras como se ira.
¿Un guisado magico?Pregunto Miguelito
Claro - Respondio esta cogiendo una cacerola de la cocina -
¿Y que es lo que tengo que hacer? Pregunto Miguelito intrigado
Pues mira, aqui pones una judia verde, que es la verdura que mas odian los monstruos, un poco de pimienta para que le pique,un buen chorro de agua y el toque final...
¿cual es abuela? - Pregunto Miguelito intrigadisimo
Algo que a los monstruos les atrae muchiiiisimo Miguelito. ¡Chocolate!
¿Chocolate? ¡Menuda mezcla!
Ahora lo ponemos al fuego y despues... lo dejamos aqui en tu cuarto.
Apaga la luz Miguelito
¡No! - respondio este - Vendrá el monstruo.
Eso es lo que queremos, y que se vaya tambien, ¿No?
Miguelito se encogio de hombros y se acosto. Su abuela le arropo y le apago la luz.
A los pocos minutos se oyo un estruendo en la habitación y Miguelito encendio la luz, el guisado habia desaparecido... Y el monstruo ya no estaba debajo de su cama.
-¿Lo ves? Le dijo su abuela - Ya no aparecera por aqui.
-¿Pero como lo sabes? - Le pregunto Miguelito.
Yo se muchas cosas, Miguelito...
Dicho esto su abuela salio de la habitación apagando la luz y Miguelito pudo dormir tranquilo esa noche y el resto para siempre. Ya nunca se volvio a resfriar por que el monstruo que le destapaba por la noche, se habia ido.